martes, 5 de noviembre de 2019

La serpiente del jardín

Estimados lectores  les presento el siguiente artículo realizado a partir de las ideas propuestas por Michael Heiser en su libro The unseen realm.

La serpiente del Edén es un miembro del consejo divino, que se ha rebelado contra Dios y busca corromper al hombre. Esta rebelión de un miembro del consejo divino esta atestiguado en Is 14, 13-14 y Ez 28 12-19.
Isa 14:13-14 : Tú que habías dicho en tu corazón: "Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo.
Eze 28:12-14 : Hijo de hombre, entona una elegía sobre el rey de Tiro. Le dirás: Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza. En Edén estabas, en el jardín de Dios. Toda suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisolito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados los aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación. Querubín protector de alas desplegadas te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego.

Este elohim busca sentarse en el trono de Dios y estar por encima del ejercito celestial según Isaías y es llamado querubín en Ezequiel. El querubín es un guardián divino que era representado en la cultura babilónica como una quimera, un animal que es una combinación de toro, león, serpiente y águila; estos seres resguardaban los palacios reales, eran los custodios de los reyes. Israel al entrar en contacto con la cultura babilónica, toma prestado este concepto y lo utiliza para representar a los seres divinos que según la cosmovisión israelita rodean el trono de Dios y ejercen la función de guardianes.

En el antiguo Egipto cuando Israel entro en contacto con su cultura, conoció una figura análoga al querubín, eran las cobras o serpientes aladas que servían de guardianes del trono del faraón. De hecho esta cosmovisión se haya presente en Is 6 en donde se describe la visión de Isaías del trono de Dios y de los serafines que lo rodean cantando sin cesar: santo, santo, santo.
La palabra serafín en hebreo significa literalmente serpiente o ardiente, estos significados se relacionan entre sí, posiblemente lo ardiente se refiera por la quemazón que produce las mordeduras de estos animales. Por ejemplo la palabra serafín aparece en Nm 21,6.8, Dt 8,15, Is 14,29; 30,6 y en todos estos casos es traducido como serpientes abrazadoras o venenosas. En Is 14,29; 30,6 se indica que estas serpientes tienen alas, ‘’serpientes voladoras’’.
Esto último es revelador y enriquece la lectura de Is 6, porque en la visión que tiene Isaías del trono de Dios, el ve que los serafines tienen 6 pares de alas , dos para cubrirse el rostro, dos cubrirse los pies y dos para volar, esto quiere decir que lo que ve Isaías en su visión son seres espirituales (elohim) con forma de serpientes con alas que resguardan el trono divino de la misma manera en que las serpientes aladas resguardan el trono de faraón.

Con esta información debemos releer Genesis 3 en donde aparece la serpiente (najash en hebreo) que se presenta como el mas ‘’astuto’’ de todos los animales del campo, que busca tentar a Adán y Eva con la sabiduría que ofrece el árbol de la ciencia del bien y del mal.
La serpiente en el mundo antiguo era un animal asociado a la sabiduría y la vida eterna debido a que los antiguos veían como se regeneraba al mudar de piel. Todos estos atributos asociados a la serpiente debemos tener presente: serafín, guardían divino por tanto miembro de concilio divino, y la sabiduría asociada al animal. 

En Gn 3 la serpiente habla , dialoga con Eva, porque es más que un animal, es un guardián del trono de Dios, miembro del consejo divino que se haya presente en el Edén  pero que se presenta como un ser que se ha rebelado contra Dios y que tienta ser humano a través de la obtención de la sabiduría, que es un atributo divino asociado a su representación serpentina. 

En otras palabras es muy posible que para el autor de Génesis, cuando escribía sobre la serpiente en la montaña sagrada del Edén , este pensando en un serafín, solo así se puede explicar mejor la maldición de Dios en Gn 3, 14: Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.

La maldición presupone que la serpiente antes del castigo tenía extremidades y que luego las pierde; algunos comentaristas tratan de ver aquí un rastro evolutivo de las serpientes, pero en eso no estaba pensando el autor de Génesis, sino que al ser un guardián divino, representado como un serafín alado con extremidades, tal como lo sugiere Is 6, 6: Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con las tenazas había tomado de sobre el altar. Su castigo es arrastrarse y comer polvo. Esta expresión del polvo (afár en hebreo) que se traduce también como ceniza, escombro en la mentalidad israelita también se refiere al sheol, la morada de los muertos. 

Un ejemplo de esto lo tenemos en el libro de Job:
Job 17:16  ¿Van a bajar conmigo hasta el šeol? ¿Nos hundiremos juntos en el polvo?
Job 21:26  Juntos luego se acuestan en el polvo, y los gusanos los recubren.
Esto quiere decir que la maldición de Dios no se refiere a que la serpiente se arrastre por el suelo y se desplace de ahora en adelante reptando, sino que esta expulsando a un elohim, a un miembro de la corte celestial de la morada divina (el edén) al sheol.

Saludos
Luis Breña

2 comentarios:

  1. Ahora entiendo mucho mejor esta parte de la Biblia, te doy muchas gracias por haber publicado este artículo. He quedado impresionado.
    Bendiciones de Dios para tí.

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