viernes, 21 de junio de 2024

La critica textual: ejemplo con Mc 1,1 y las variantes de υιου θεου

El Aparato Crítico en la Crítica Textual del Nuevo Testamento

La crítica textual es una disciplina académica dedicada a la reconstrucción de los textos antiguos, tratando de determinar su forma original. En el estudio del Nuevo Testamento, esta tarea se hace especialmente compleja debido a la gran cantidad de manuscritos disponibles y a las variantes textuales que estos presentan. Una herramienta fundamental en este campo es el aparato crítico, que proporciona información detallada sobre las variantes textuales encontradas en los manuscritos.

¿Qué es el Aparato Crítico?

El aparato crítico es una sección de las ediciones críticas del Nuevo Testamento que registra las variantes textuales presentes en los diferentes manuscritos, versiones antiguas y citas patrísticas. Esta información es crucial para los estudiosos que buscan entender la evolución del texto y discernir cuál podría ser la lectura original. 

Ejemplo de Aparato Crítico

Consideremos el siguiente ejemplo de un aparato crítico tomado del Evangelio de Marcos 1,1 y las variantes de υιου θεου:

Mc 1:1       Ἀρχὴ τοῦ εὐαγγελίου Ἰησοῦ Χριστοῦ ⸂[υἱοῦ θεοῦ]⸃. 

Comentario crítico:

Mc 1,1 ⸂ υιου του θεου (κυριου 1241) A K P Δ ƒ1.13 33. 565. 579. 700. 892. 1241. 1424. 2542. l 844 𝔪
  ¦ − א* Θ 28. l 2211 sams; Or (et om. Ιησου Χριστου Ir Epiph)
  ¦ txt א1 B D L W Γ latt sy co; Irlat


En este ejemplo, observamos varias lecturas variantes para el texto "υιου  θεου" (Hijo de Dios). Las variantes principales se registran utilizando diferentes símbolos y abreviaturas para indicar los manuscritos y versiones que las contienen.

Elementos del Aparato Crítico

1. Textos y Variantes: Las palabras dentro de ⸂ y ⸃ muestran el texto base y las variantes. En este caso, "υιου του θεου" tiene variantes como "κυριου" y omisiones del texto completo.
2. Manuscritos: Cada variante es respaldada por una serie de manuscritos indicados por letras y números. Por ejemplo, A, K, P, y Δ son manuscritos específicos que contienen la lectura "υιου του θεου".
3. Abreviaturas y Símbolos:
   - `¦` separa las diferentes variantes.
   - `−` indica que algunos manuscritos omiten el texto.
   - `א` (Aleph) es el Códice Sinaítico.
   - `txt` indica la lectura del texto base en la edición crítica.

4. Manuscritos Patrísticos: Las citas de los Padres de la Iglesia también son importantes. En este caso, `Ir` y `Epiph` se refieren a Ireneo y Epifanio.

Importancia del Aparato Crítico

El aparato crítico permite a los estudiosos:
- Evaluar la evidencia manuscrita: Determinar cuáles lecturas son más antiguas y geográficamente diversas.
- Entender la historia del texto: Ver cómo las lecturas han cambiado a lo largo del tiempo.
- Hacer juicios informados: Decidir cuál variante es más probable que sea la original.

 Evaluación de las variantes en el Texto Crítico

Cada variante textual en el aparato crítico tiene el potencial de integrarse en el texto crítico dependiendo de la evidencia y el contexto. Por ejemplo, la variante  "υιου του θεου" (Hijo de Dios) junto con "κυριου" (Señor) solo se encuentra en el manuscrito 1241 (s. XII) por lo que es difícil que sea la lectura original o más antigua. La variante  "υιου του θεου" se encuentra apoyada en varios manuscritos (A K P Δ ƒ1.13 33. 565. 579. 700. 892. 1241. 1424. 2542. l 844 𝔪)  aunque no son tan antiguos sino que están fechados entre el s.V al s. XV. Esto hace difícil que sea la lectura mas antigua aunque este bien testimoniada su lectura. 
La ausencia de variantes textuales en manuscritos como א* (Aleph) y Θ también puede indicar una tendencia temprana a omitir ciertas frases  o podría reflejar una tradición textual diferente en ciertas regiones o comunidades cristianas que tenían una versión del texto de Marcos sin esta frase específica..

La variante "υιου θεου" que aparece en el texto crítico es respaldada por una amplia gama de manuscritos antiguos y diversas tradiciones textuales, lo que sugiere su autenticidad y originalidad. Los manuscritos א1 (Aleph 1), B (Codex Vaticanus), D (Codex Bezae), L (Codex Regius), W (Codex Washingtonianus), Γ, y versiones latinas (latt), siríacas (sy), y coptas (co) junto con citas patrísticas de Ireneo y otras fuentes latinas (Irlat), ofrecen un testimonio fuerte y diverso en favor de esta lectura. Estos manuscritos están fechados entre el s. II y el s. VIII.

Diferencias Gramaticales y Teológicas entre "υιου θεου" y "υιου του θεου"

Desde el punto de vista gramatical,"υιου θεου" (huiou theou) y "υιου του θεου" (huiou tou theou) presentan diferencias en el uso del artículo definido "του" (tou). La primera construcción, sin el artículo, es una forma más concisa: "Hijo de Dios". En griego, la presencia del artículo puede enfatizar la especificidad y unicidad, mientras que su ausencia puede implicar una formulación más general. La segunda construcción utiliza el artículo definido "του", lo cual es una forma gramatical completa que especifica y clarifica la relación de filiación: "el Hijo del Dios". 

Teológicamente, la diferencia entre "υιου θεου" y  "υιου του θεου"  puede ser sutil pero significativa. "υιου του θεου" enfatiza de manera más explícita la relación única y específica de Jesús como "el Hijo del Dios", destacando su filiación divina de una manera muy directa y particular. Esta construcción puede ser vista como subrayando la unicidad y singularidad de Jesús en su relación con Dios.

Por otro lado, "υιου θεου" es una forma más general y podría interpretarse en un sentido ligeramente menos específico, aunque sigue afirmando la divinidad de Jesús. La ausencia del artículo no disminuye necesariamente la teología subyacente, pero la construcción es menos enfática en la especificidad de la relación.

Es posible que la variante "υιου θεου" refleje una comprensión inicial y menos desarrollada de la cristología, similar a la relación especial que los "hijos de Dios" o los miembros de la corte celestial tienen con Dios en el Antiguo Testamento. Esta construcción podría señalar una relación especial con Dios incluso por encima de los ángeles
, pero con un desarrollo cristológico incipiente. En cambio, "υιου του θεου" podría indicar una relación más profunda y única con el Dios de Israel, señalando una cristología más desarrollada, evidenciada por los manuscritos que apoyan esta variante, los cuales tienden a reflejar una teología más avanzada.


Conclusión

El aparato crítico es una herramienta esencial en la crítica textual del Nuevo Testamento. Proporciona un mapa detallado de las variantes textuales y sus testimonios manuscritos, permitiendo a los estudiosos reconstruir con mayor precisión el texto original. Entender y utilizar el aparato crítico es fundamental para cualquier investigación seria en el campo del Nuevo Testamento.

Referencia
Kurt Aland et al., Novum Testamentum Graece, 28th Edition (Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 2012), Mc 1:1
Nestle, Eberhard, y Erwin Nestle. *Nestle-Aland: Novum Testamentum Graece Apparatus Criticus*. Ed. Barbara Aland et al., 28. revidierte Auflage. Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 2012.

Saludos
Luis Breña

sábado, 15 de junio de 2024

Análisis de la Teoría de Juegos de Nash en Hechos 2, 42-47


La Teoría de Juegos es un campo de estudio matemático que analiza cómo los individuos toman decisiones estratégicas en situaciones de conflicto o cooperación. Uno de los teoremas más conocidos de este campo es el Equilibrio de Nash, desarrollado por John Nash, que describe un estado donde ningún jugador puede beneficiarse al cambiar su estrategia mientras los demás jugadores mantengan las suyas. Este concepto puede ser sorprendentemente aplicable en diversos contextos, incluso en la interpretación de textos religiosos. En este artículo, exploraremos cómo el Equilibrio de Nash puede proporcionar una perspectiva única sobre Hechos 2:42-47, un pasaje bíblico que describe la vida comunitaria de los primeros cristianos. 
Jhon Nash
Matemático estadounidense y ganador del Premio Nobel de Ciencias Económicas en 1994

Contexto Bíblico: Hechos 2, 42-47: En este pasaje describe una comunidad cristiana primitiva que vivía en armonía y compartía todos sus bienes. Este pasaje es famoso por su descripción de una vida comunitaria ideal, donde "todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas" (Hch 2:44). Los primeros cristianos "vendían sus propiedades y bienes, y los repartían a todos según la necesidad de cada uno" (Hch 2:45). Este nivel de cooperación y altruismo es un modelo a menudo idealizado en la tradición cristiana.

Aplicación de la Teoría de Juegos :
La Teoría de Juegos, y en particular el Equilibrio de Nash, puede ser aplicada para analizar esta dinámica comunitaria desde una perspectiva estratégica. La pregunta clave es: ¿cómo lograron los primeros cristianos (según la narración de San Lucas)  mantener tal nivel de cooperación sin que individuos egoístas aprovecharan el sistema? 
Equilibrio de Nash en la Comunidad Primitiva: 
Para entender esto, consideremos la situación como un juego donde cada miembro de la comunidad tiene dos estrategias posibles: cooperar (compartir bienes) o actuar de manera egoísta (guardar bienes para sí mismos). Según la Teoría de Juegos, un Equilibrio de Nash se alcanza cuando ningún miembro de la comunidad puede mejorar su situación cambiando su estrategia, siempre que los demás mantengan la suya. En el contexto de Hechos 2, 42-47, el equilibrio se mantendría si los beneficios de cooperar (como la seguridad, el apoyo mutuo, y el bienestar comunitario) superaran los beneficios de actuar de manera egoísta. Si todos los miembros creen que los demás van a cooperar, entonces cooperar también es su mejor estrategia, ya que intentar aprovecharse del sistema podría resultar en exclusión o desaprobación social, lo cual es costoso.
 Factores clave 
1. Reputación y Confianza: En una comunidad pequeña y unida, la reputación es crucial. Los miembros que actúan de manera egoísta corren el riesgo de perder la confianza y el apoyo de otros. Este costo social puede ser un disuasivo poderoso contra el comportamiento egoísta. 
 2. Altruismo Recíproco: La cooperación puede ser vista como una inversión en relaciones a largo plazo. Si los miembros esperan recibir ayuda en el futuro cuando la necesiten, tienen un incentivo fuerte para cooperar en el presente. 
 3. Normas y Valores: Las normas sociales y los valores religiosos que promueven la caridad y el amor al prójimo juegan un papel crucial. Estos valores no solo fomentan la cooperación sino que también hacen que los actos egoístas sean moralmente inaceptables. 
 4. Estructura de Recompensas: La comunidad podría haber establecido mecanismos para recompensar la cooperación, como reconocimiento público o roles de liderazgo, lo que refuerza aún más la estrategia de cooperar.
Ejemplo de Tabulación 
Para ilustrar cómo podría verse el equilibrio de estrategias en esta comunidad, presentemos un ejemplo tabulado donde dos miembros de la comunidad, A y B, pueden elegir entre cooperar o actuar de manera egoísta: 

Estrategia de A \ Estrategia de B Cooperar Actuar Egoístamente
Cooperar Bienestar mutuo alto, Reputación alta (8,8) A: Reputación baja, B: Ganancia individual (2,10)
Actuar Egoístamente A: Ganancia individual, B: Reputación baja (10,2) Desconfianza mutua, Pérdida de apoyo (1,1)

- Cooperar/Cooperar (8,8): Ambos cooperan y mantienen una alta reputación y bienestar mutuo.
- Cooperar/Actuar Egoístamente (2,10): A coopera, pero B actúa egoístamente; B obtiene una ganancia individual, pero A pierde confianza y apoyo. 
- Actuar Egoístamente/Cooperar (10,2): A actúa egoístamente, pero B coopera; A obtiene una ganancia individual, pero B pierde confianza y apoyo. 
- Actuar Egoístamente/Actuar Egoístamente (1,1): Ambos actúan egoístamente, resultando en desconfianza mutua y pérdida de apoyo comunitario.

Conclusión 
El análisis de la Teoría de Juegos y el concepto de Equilibrio de Nash proporcionan una perspectiva valiosa sobre cómo los primeros cristianos en Hechos 2, 42-47 pudieron mantener una comunidad altamente cooperativa. Al considerar factores como la reputación, el altruismo recíproco, las normas sociales y la estructura de recompensas, podemos comprender mejor las dinámicas estratégicas que hicieron posible esta armonía comunitaria. Esta perspectiva no solo enriquece nuestra comprensión del texto bíblico, sino que también ofrece lecciones aplicables a la construcción de comunidades cooperativas en el mundo moderno.

Saludos
Luis Breña

lunes, 3 de junio de 2024

La praxis y el Reino de Dios

En esta ocasión , quisiera compartir el artículo de un compañero de estudio en la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica, Alberto Coral , con quien he compartido varios cursos. Aunque somos de tradiciones cristiana diferentes, nos une el amor por la Biblia y su acción liberadora y salvífica.

En su artículo "Praxis y reino de Dios: el corazón ético de los cristianismos en Latinoamérica", Alberto Coral explora cómo la praxis y el Reino de Dios son pilares fundamentales de la ética cristiana. A través de un enfoque que vincula la acción interpersonal con el horizonte escatológico de la justicia y la plenitud, este ensayo revela cómo la fe cristiana trasciende la teoría para convertirse en una fuerza transformadora en la vida cotidiana. Este texto invita a reflexionar sobre cómo construir un mundo más justo y fraterno desde la perspectiva cristiana, una lectura indispensable para quienes buscan una comprensión integral y práctica de la ética en la fe.

Luis Breña


                        Por: Luciano Alberto Coral Ospina

Estudiante de teología en la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica

 

 

Introducción

 

La praxis, entendida como la acción orientada hacia el/la otro/a, y el Reino de Dios, concebido como la plenitud de la justicia y la realización plena del ser humano, son dos conceptos fundamentales para comprender la ética cristiana y su visión transformadora de la realidad. La praxis alude a la relación interpersonal, al encuentro concreto y encarnado con el/la prójimo/a, en el que se concretizan valores como el respeto, la fraternidad, la solidaridad y el amor. Por su parte, el Reino de Dios representa el horizonte utópico y escatológico hacia el cual se encamina la acción ética cristiana, un proyecto histórico de liberación y plenitud para los y las oprimidos, hambrientos y marginados.

Reflexionar estas nociones es crucial para entender la ética cristiana en su dimensión práctica y transformadora, pues nos permiten vislumbrar cómo la fe cristiana no se reduce a un conjunto de preceptos abstractos, sino que se encarna en una praxis liberadora y en un compromiso con la construcción de un orden social, político, económico, cultural y religioso más justo y fraterno. La praxis y el Reino de Dios nos invitan a asumir una postura ética que trasciende el individualismo y nos sitúan en una perspectiva comunitaria, en la que la realización personal está indisolublemente ligada a la realización del otro/a u otros/as.

Este ensayo sostiene que la praxis y el Reino de Dios se encuentran relacionados estrechamente, puesto que la primera es consecuencia de vivir y experimentar el reino de Dios desde la ética cristiana. La praxis, como acción encarnada y encuentro con los y las prójimos, es el camino concreto para hacer presente el Reino de Dios en la historia, mientras que el Reino de Dios es el horizonte utópico que orienta y da sentido a la praxis. Ambos conceptos se iluminan mutuamente y ofrecen una visión integral de la ética cristiana, que combina la acción transformadora en el presente con la esperanza de una plenitud futura.

Praxis y reino de Dios: el corazón ético de los cristianismos en Latinoamérica


Es necesario comenzar diciendo que este ensayo no tiene la pretensión de ser exhaustivo, más bien pretende ser un acercamiento sencillo al tema que en el mismo se intenta o pretende abordar. Iniciamos expresando que la palabra praxis es el acto que todo ser humano dirige hacia otro ser humano, es decir, es la acción que una persona orienta hacia otra persona, en donde indudablemente sea cual sea esta acción o acto se produce una relación inter-personal o un cara a cara. En este sentido Enrique Dussel afirma:

[…] praxis es un «acto» que efectúa una persona, un sujeto humano, pero que se dirige directamente a otra persona (un apretón de manos, un beso, un diálogo, un golpe), o indirectamente (por intermedio de algo: por ejemplo, repartir un pedazo de pan; el pan no es persona, pero se reparte a la otra persona) […] La praxis es la manera actual de estar en nuestro mundo ante otro; es la presencia real de una persona ante otra (1986, 16).

Se pude entonces decir que la relación práctica entre personas, basada en el respeto, la fraternidad, la solidaridad, la compasión y el amor, constituyen la esencia de la vida cristiana y del concepto mismo del Reino de Dios.

Por lo tanto, es indispensable manifestar que una persona es persona cuando aquel o aquella se encuentra en relación con otra persona o con otras personas, siendo esenciales en esta relación el rostro y la carne, es decir la corporalidad, posibilitando estos lo que se cataloga como proximidad, es decir en el reconocimiento del otro u otra como prójimo en un ejercicio de alteridad. En este orden de ideas, Enrique Dussel afirma:

Alguien es persona, estrictamente, sólo y cuando está en la relación de la praxis. Una persona es persona sólo cuando está ante otra persona o personas […] El «rostro» indica lo que aparece del otro de su corporalidad, de su realidad «carnal». La «carne» en la Biblia (basár) significa todo el hombre (sin distinción de cuerpo o alma), el que nace, el que tiene hambre, el que muere, el que resucita «La Palabra se hizo carne» (Jn 1,14); no alma ni cuerpo sólo; se hizo «hombre». Cara a cara, persona a persona, es la relación práctica de proximidad, de cercanía como personas. La experiencia de la proximidad entre personas como personas es la que constituye al otro como «prójimo» (próximo, cercano, alguien), como otro; y no como cosa, instrumento, mediación (1986, 17).


Por su parte Juan José Tamayo afirma:

 

La ética de la alteridad implica el respeto del diferente, la práctica del mestizaje, la actitud de la acogida, la comunicación inter-étnica, el diálogo inter-cultural y, sobre todo, el reconocimiento de las alteridades negadas, silenciadas, aplastadas, humilladas. Implica valorar la diferencia como riqueza (2002, 48).

Las comunidades cristianas de los orígenes de cuyas vidas y experiencias de fe nos narran el libro de los Hechos de los Apóstoles, son un ejemplo plausible de esta praxis y vida en común que tiene su base en el amor ágape, donde todo es compartido y es celebrada la eucaristía como expresión concreta de esta misma praxis de amor ágape. En este sentido Enrique Dussel afirma:

Por ello la celebración de la eucaristía en el texto conocido de la Didajé nos muestra a los cristianos primitivos en la pequeña comunidad de Jerusalén u otras, semejantes a las comunidades eclesiales de base que hay hoy en América Latina, habiendo puesto sus vidas realmente en común, sin dejar ningún lugar para el egoísmo, para la mentira (como en el caso de Ananías y Safira: Praxis 5,1-11). Esta comunidad ejemplar (y en este sentido utópica), primera, total, será siempre nuestro ideal y nuestro horizonte práctico (1986, 20).

Por otro lado, la praxis es la satisfacción de todas las necesidades del ser humano, en una acción concreta de afirmación de la vida de las personas, pero que se encamina de igual manera a hacia la naturaleza no vista como objeto sino como sujeto de derechos, y por tanto de protección. Todo esto debe tener como objetivo o meta la plena realización del gozo, la dignidad, la justicia, la solidaridad, la fraternidad y la vida misma. Al respecto Juan José Tamayo afirma:

La solidaridad es la virtud que activa la universalidad y vértebra dicho proyecto. Ahora bien, ser solidario consiste, según Rorty, en hacer cada vez más amplio el mundo del "nosotros". De ahí que una ética universalista hade abogar por una sociedad donde quepamos todos y todas (2002, 48).

Son por eso las comunidades cristianas o cristianismos en Latinoamérica en donde la celebración de la eucaristía debe ser sin lugar a dudas el símbolo de la entrega del fruto del trabajo a los otros y otras como manifestación eficaz del seguimiento de Jesús, el


Cristo, integrando así las relaciones prácticas y productiva en una celebración económica y espiritual. En este sentido Enrique Dussel afirma:

La praxis, como acción y como relación, tiende a la realización integral, que es la felicidad plena, el gozo y la alegría, que son fruto de la satisfacción […] La «satisfacción» como acto de comer y como goce y alegría es negación de la negación (quitar el hambre que es falta de) y positiva afirmación del reino de Dios. Nos dice la Praxis de los Apóstoles: «comían juntos...». Por ello, la vida de la comunidad realizada, justa, final, es una fiesta: «... pasa a la fiesta de tu Señor» (Mt 25,21); por eso los cristianos de la primitiva comunidad alababan en sus casas a Dios «con alegría», con felicidad, con gozo (1986, 20-1).

En este orden de ideas, Juan José Tamayo afirma:

 

La justicia del Reino sigue una lógica desconcertante y comporta un desplazamiento de la idea que comúnmente se tiene de la justicia. Es el caso de las parábolas del hijo pródigo (Le 15, 11-32) y de los viñadores (Mt 20,1-17) […] La idea de justicia está en el centro del mensaje de Jesús, hasta el punto de afirmar: "Buscad primero el reino de Dios y su justicia y todo lo demás seos dará por añadidura". Ahora bien, la idea que Jesús tiene de la justicia va en dirección contraria a la de los escribas y fariseos hipócritas, a quienes acusa de pagar "el diezmo de la hierbabuena, del anís y del comino" y descuidar "lo más importante de la Ley: la justicia, el buen corazón y la lealtad" (Mt 23,23). Por eso osa decir: "Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos" (Mt 5, 20) (2002, 45).

Si consideramos lo anteriormente dicho, se puede entonces afirmar sin temor alguno que el proyecto histórico del Reino de Dios predicado por Jesús de Nazaret es la representación absoluta de la realización plena de los hombres, mujeres, niños y niñas, en donde los y las oprimidos, hambrientos, marginados y afligidos alcanzarán esta plenitud como seres humanos y estarán cara a cara con Dios y con los y las demás hermanos y hermanas, en una alegría que no conocerá límite alguno; sin embargo, es pertinente resaltar que este reino o reinado de Dios no es solo una promesa futura, por el contrario es ya una realidad presente que ha comenzado a manifestarse en la vida colectiva o comunitaria de las personas creyentes en América Latina y el Caribe, guiados ellos y ellas por el Espíritu Santo. Enrique Dussel afirma al respecto que:


El Reino es la realización plena. Los que ahora son pobres: «de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3); los que ahora sufren, «recibirán consuelo»; los que ahora son oprimidos, «heredarán la tierra»; los que ahora tienen hambre, «serán satisfechos»; los que ahora sirven, «serán servidos»; los que tienen el corazón recto, «estarán cara a cara con Dios»; los que luchan por la paz, «serán llamados hijos de Dios». Como puede verse, ante las negatividades actuales, el Reino se presenta como la realización total del hombre, como la positividad absoluta, irreversible, infinita (1986, 21-2).

Para finalizar, no se puede dejar de mencionar que el Reino de Dios siempre va a conservar un carácter utópico y transcendente, con lo cual señala o hace ver la negatividad e injusticia del orden sistémico actual en los contextos latinoamericanos y proyecta un horizonte más allá de cualquier realización histórica llevada a cabo por los seres humanos. En este sentido Enrique Dussel afirma:

El Reino, la trascendencia absoluta con respecto a toda praxis, a todo cara a cara histórico, a toda «comunidad», es siempre un «más allá», un allende a toda realización humana. Es el signo, señal, el horizonte que nos indica: «Todavía esto no es suficientemente bueno, santo, feliz, justo; ¡todavía queda algo que hacer!» El Reino como realidad es algo más que hay que practicar. El Reino como categoría es el horizonte crítico que señala la negatividad, la injusticia, el egoísmo del orden actual, vigente, dominante (1986, 23).

Por su parte Juan José Tamayo afirma: “El imperativo ético, que es de obligado cumplimiento en todo tiempo y lugar, podría formularse así: ¡Colabora en la construcción de una comunidad de iguales (no clónicos), sin discriminaciones de género y con respeto a la diferencia!” (2002, 50). El reino o reinado de Dios es a la misma vez una meta futura concreta de justicia y felicidad, pero también la realización escatológica absoluta que mide y hace crítica a todo proyecto ético personal y comunitario como de igual manera revolucionario.

Conclusiones

 

A lo largo de este ensayo, hemos explorado la praxis, entendida como la acción orientada hacia el/la otro/a y el encuentro interpersonal, y el Reino de Dios, como horizonte utópico y escatológico de liberación y plenitud. Hemos sostenido que ambos conceptos se encuentran estrechamente relacionados, aunque esto no quiere decir que sean


homologables el uno por el otro. La praxis encarna los valores del Evangelio en la realidad cotidiana, mientras que el Reino de Dios orienta y da sentido a esta acción transformadora.

Esta perspectiva nos invita a asumir una ética comunitaria, donde la realización personal está ligada a la realización del otro/o u otros/as. Nos llama a construir relaciones interpersonales basadas en el respeto, la fraternidad, la solidaridad, la justicia y el amor, y a comprometernos con la transformación de estructuras opresivas e injustas.

La praxis y el Reino de Dios nos permiten vislumbrar la profunda dimensión ética del cristianismo, que no se reduce a preceptos morales, sino que se encarna en una praxis liberadora y en la construcción de un orden social, político, económico, cultural y religioso más justo y fraterno. Esta comprensión es fundamental para asumir una ética cristiana integral y transformadora.

Fuentes bibliográficas

 

Dussel, Enrique. 1986. Ética comunitaria. Madrid: Editorial Paulinas.

 

Tamayo, Juan José. 2002. “El cristianismo como ética de la liberación”. Revista de Filosofía No. 41: 31-59.

La critica textual: ejemplo con Mc 1,1 y las variantes de υιου θεου

El Aparato Crítico en la Crítica Textual del Nuevo Testamento La crítica textual es una disciplina académica dedicada a la reconstrucción de...