Hola en esta oportunidad, quisiera tratar un tema poco usual en el blog y en general en la teologia o en el estudio biblico, y es sobre los fantasmas , se que puede parecer un poco fuera de lugar , pero he decidido afrontar el tema , espero que sea interesante y pueda aportar algo más a lo que se ha escrito sobre el tema.
Solo me centrare en el N.T, no abordare pasajes del A.T que mencionan la existencia de fantasmas o espiritus de manera indirecta o directa como los pasajes de Levítico donde se menciona una sancion a los que se comunican con los muertos (Lev 20:27 El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos. ) o el pasaje de 1 de Salomón donde el Rey Saul consulta con una nigromante para comunicarse con el fallecido profeta Samuel (cf. 1Sa 28:6-25) y no lo haré por la sencilla razon que estos textos fueron escritos originalmente en hebreo con un pensamiento diferente al griego , la palabra hebrea para designar fantasma o espectro en 1 de Sam 28, 13 es אֱלֹהִ֥ים ,esta palabra es elohim, que tiene varios significados en hebreo ( dioses, magistrados, poderoso, rey , angeles, etc). para realizar un analisis teniendo en consideracion estos pasajes, se deberia tener en cuenta cual es la cosmovision del hombre semita de esta vida y de la otra , y tambien saber si ellos comprendian la idea de un fantasma de la misma forma que lo podemos entender nosotros o una persona de cultura y habla griega del siglo primero o inicios del segundo despues de Cristo. Eso ya execede a mis conocimientos.
Nuestra concepcion de lo que es un fantasma lo heredamos del pensamiento y del idioma griego ya que para designar a un espectro o una aparición se usa la palabra φαντασμα que literalmente se pronuncia fantasma, para esto vamos a analizar 2 pasajes del N.T , Mc 6, 47-52 y Mt 14,23-33 donde aparece la palabra fantasma en el contexto de una epifania de Jesús.
Nos vamos a centrar en el pasaje exacto donde se confunde a Jesus con un fantasma:
Mc 6, 48c-50 a eso de la cuarta vigilia de la noche viene hacia ellos caminando sobre el mar y quería pasarles de largo. Pero ellos viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, pues todos le habían visto y estaban turbados. Pero él, al instante, les habló, diciéndoles: «¡Animo!, que soy yo, no temáis.»
Mt 14,25-27 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.»
Para los objetivos del estudio , no nos detendremos a analizar si el pasaje es historico o cual es la intencion teologica del autor sino que vamos a analizar la reaccion de los discípulos al presenciar un hecho sobrenatural, un hombre caminando sobre las aguas. Esto nos ayudara a entender que concepcion de los fantasmas tenian las personas de habla griega en el siglo primero , ya que con toda seguridad el relato se puso por escrito primero en Marcos y Mateo lo reelaboro , recuerden que Marcos es escrito para cristianos provenientes del mundo gentil , tenian todo un bagaje cultural procedente del helenismo y Marcos al usar la palabra φαντασμα en su evangelio , tenia en mente su significado de acorde a la cultura helenica.
al empezar el relato de la aparicion indica que era la cuarta vigilia, según el sistema romano la noche se dividia en cuatro periodos o vigilias, la cuarta vigilia era la última y comprendia entre las 3:00 am y 6:00 am, lo cual nos invita a imaginar como era la escena , los discipulos en medio del lago completamente a oscuras esperando las horas para que amanezca. Cuando de pronto ven algo que no es natural , un hombre caminando sobre las aguas, es curioso que el texto no dice que pensaron que era un angel o u demonio sino un fantasma que puede entender como la aparicion de una persona muerta, como consecuencia tienen una reaccion natural , se espantan y gritan , el relato concluye con las palabras tranquilizadoras de Jesús: «¡Animo!, que soy yo, no temáis.».
Seguro algunos podran argumentar que los discipulos , son judios, y que no tenian la misma forma de pensar o entender el mundo como lo hacian los gentiles, pero se debe tener en cuenta dos cosas:
1.- Palestina en esa epoca era parte del Imperio Romano y a pesar de la resistencia de los judios a insertarse en la cultura helenica , estaban inmersos de ella, desde las construcciones realizadas por Heredes el Grande al estilo de las construcciones romanas, las monedas con la cara del emperador, o el mismo hecho de contar con una traduccion al griego del A.T desde hace unos 3 siglos atras. etc
2.- El relato aunque pudo provenir de la tradicion oral que se remonte a Galilea, es escrito en griego y es dirigido a un público de mentalidad helenica.
Por tanto es valido afirmar que el uso de la palabra φαντασμα, tiene toda la connotacion griega.
El pasaje analizado demuestra que la reaccion de los discipulos ante este hecho sobrenatural de ver a un hombre caminar sobre el agua, es de relacionarlo de manera inmediata a la aparicion del espiritu de una persona muerta, tal como puede ser la reaccion de una persona en la actualidad.
Otro texto en griego que trata sobre relatos de fantasmas escrito unas decadas despues del evangelio de Marcos es la del escritor, Plinio el Joven (Italia, 61 - Bitinia, 113 aprox.). Plinio es mas conocido entre los cristianos por la correspondencia que mantiene con el Emperador Trajano en donde le pide consulta sobre que hacer con los cristianos en Bitinia.
A continuacion copio integro una carta de Plinio el joven a su amigo Sura donde trata el tema de los fantasmas , preguntandose si son reales o inventos de una mente perturbada.
Carta de Plinio el Joven
a su amigo Sura
(CARTA XXVII)
C.Plinio a su amigo Sura. Salud
El ocio en que nos encontramos te permite enseñar y á mí aprender. Quisiera saber si los fantasmas tienen algo real, si tienen figura verdadera, si son genios ó si no son más que imágenes que aparecen en una imaginación turbada por el temor. Inclinaríame á creer que existen verdaderos espectros, lo que me han dicho que ocurrió á Curcio Rufo. En el tiempo en que todavía era pobre y oscuro, siguió al Africa al que le tocó en suerte aquel gobierno. Al declinar el día, paseaba en un pórtico, cuando se le presentó una mujer de estatura y belleza sobrehumanas: sobrecogióle el temor, y aquella mujer le dijo:
-Yo soy el África; vengo á predecirte lo que ha de sucederte. Irás a Roma; desempeñarás los cargos principales, y después vendrás á gobernar esta provincia donde morirás.
Todo sucedió conforme predijo: y hasta se cuenta que al llegar á Cartago, al desembarcar, se le presentó otra vez la misma figura y salió á recibirle á la playa. Lo cierto es que cayó enfermo, y que, juzgando del porvenir por el pasado, de la desgracia que le amenazaba por la fortuna que le había favorecido, desesperó desde luego de su curación, á pesar de la esperanza que todos los suyos habían concebido. Pero hé aquí otra historia que no te parecerá menos sorprendente y que es mucho más horrible. Te la referiré como la oí. Había en Atenas una casa muy grande y con muchas comodidades, pero desacreditada y desierta. En el profundo silencio de la noche, oíase ruido de hierros que chocaban entre sí; y si se escuchaba con más atención, rumor de cadenas que al principo parecía venir de lejos y que se acercaba en seguida. A poco veíase un espectro en forma de anciano muy escuálido y abatido, con luenga barba, cabellos erizados y cadenas en los piés y en las manos, sacudiéndolas fuertemente. De aquí noches espantosas y sin sueño para los que habitaban aquella casa: á la larga, el insomnio acarreaba enfermedad, redoblaba el terror y producía la muerte; porque durante el día, aunque el espectro no se presentaba, la impresión causada lo reproducía ante los ojos constantemente y el temor primero daba origen á otro. Al fin quedó abandonada la casa y entregada completamente al fantasma. Anuncióse, sin embargo, que se alquilaba ó vendía, creyendo que alguno, ignorante de lo que contenía, podría ser engañado. Fué á Atenas el filósofo Athenodoro; vió el anuncio y preguntó el precio. La baratura le hizo desconfiar: informóse, le enteraron del caso, y, lejos de disuadirle del contrato, instó para terminarlo cuanto antes. Alojóse en la casa, y al oscurecer dispuso que le colocasen el lecho en las cámaras anteriores, que le trajesen tablillas, stilo y luz, y que se retirase la servidumbre á lo último de la casa. Por su parte, para evitar que, libre su imaginación, á merced de frívolos temores, crease fantasmas, aplicó su atención, sus ojos y su mano á la escritura. Al cerrar la noche, profundo silencio reina en aquella casa como en todas partes. En seguida oyó chocar hierros y cadenas. No levantó los ojos ni abandonó el stilo, sino que se afirmó y esforzó en dominar sus oídos. El ruido aumenta, se acerca; parece que lo hacen en la puerta de la cámara; y al fin en la cámara misma. Mira, y ve al espectro tal como si nada ocurriese. El espectro comenzó de nuevo su estrépito de cadenas, que hizo sonar en los oídos del filósofo. Éste miró otra vez y vió que continuaba llamándole con el dedo: entonces, sin esperar más, se levantó, cogió la luz y le siguió: el fantasma caminaba con paso lento, como si le abrumase el peso de las cadenas. Cuando llegó al patio de la casa, desapareció de pronto, dejando allí al filósofo, que recogió hierbas y hojas colocándolas en el punto donde le había dejado para reconocerle. A la mañana siguiente se presentó á los magistrados y les suplicó que mandasen cavar en aquel punto: hiciéronlo, y encontraron huesos trabados todavía con cadenas; el tiempo había consumido las carnes. Después de reunirlos con mucho cuidado, los enterraron públicamente; y desde que tributaron al muerto los últimos deberes, no turbó ya la tranquilidad de la casa. Esto lo creo bajo la fe de otro; pero he aquí lo que puedo asegurar á los otros bajo la mía. Tengo un liberto llamado Marco, que no carece de instrucción; estaba acostado con un hermano suyo muy joven, y le pareció ver á uno sentado en el lecho, que acercaba tijeras á su cabeza y hasta que le cortaba cabellos encima de la frente. Cuando amaneció vió que tenía rasurada la parte superior de la cabeza, encontrándose los cabellos esparcidos en derredor suyo. Poco después ocurrió el mismo lance á un criado mío, no permitiéndome ya dudar de la verdad del otro. Dormía con sus compañeros un esclavo joven en el paraje que les está destinado: dos hombres vestidos de blanco (así lo referían) entraron por las ventanas, le rasuraron la cabeza mientras estaba acostado, y se marcharon como habían venido. Cuando amaneció, le encontraron rasurado como habían visto al otro, y desparramados en el suelo los cabellos que le habían cortado. Estos lances no tuvieron otras consecuencias que las de no ser yo acusado ante Domiciano, bajo cuyo imperio acontecieron. No habría escapado yo, si aquel hubiese vivido, porque se encontró en su cartera una orden dada contra mí por Caro. Puede deducirse de aquí que, como acostumbran los acusados descuidar el cabello y dejarlo crecer, los que lo cortaban á mis criados indicaban que estaba yo fuera de peligro. Suplícote, pues, que desplegues todo tu saber. El asunto merece profunda meditación, y tal vez no soy yo indigno de que me ilustres con tus luces. Si, según tu costumbre, vacilas entre opiniones contrarias, haz, sin embargo, que la balanza se incline á un lado, para no dejarme suspenso, porque te consulto para no ser consultado. Adiós.
Extraído del libro PANEGÍRICO DE TRAJANO Y CARTAS, de Plinio Cecilio Segundo, Tomo II (Librería de la viuda de Hernando y Cia., Biblioteca Clásica, Madrid 1891)La carta de Plinio el muy interesante por los siguientes motivos:
1. La carta escrita en griego no esta influencida por ningun proceso redaccional como los textos de Marcos o Mateo mencionados arriba.
2. Proporciona 3 relatos difentes , uno que le contaron , otro que escucho de una fuente digna de confianza y otro relato que sucedio con sus esclavos del cual el mismo da fe de lo sucedido.
Me causa asombro en especial con el segundo relato de la aparcion de un hombre en cadenas debido a que no recibio una digna sepultura es muy parecido a varios relatos que he escuchado en la actualidad, practicamente la concepcion del fantasma que tenia Plinio y ahora en el mundo occidental es la misma , independientemente sin son veridicos o no.
Con esto no digo que los fantasmas existan o no , la teologia y la revelacion es clara en este punto, como lo afirma la carta a los Hebreos:
Heb 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Sin embargo y teniendo en cuenta que varios testimonios son productos de la imaginacion , existen otros que aparentemente no tienen explicacion , como es posible que una persona muerta pueda interactuar con los vivos o manifestarse en este mundo, algo que la teologia todavia no puede explicar y posiblemente nunca lo haga , hay cosas que simplemente esta fuera de nuestros limites.
Saludos
Luis Breña
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