¿El Anticristo vendrá de la tribu de Dan?

Reflexiones patrísticas, mesianismo judío y discernimiento escatológico actual

✤ Introducción: Una mirada respetuosa y crítica desde la fe cristiana

A lo largo de los siglos, los cristianos han reflexionado sobre la figura del Anticristo como símbolo del engaño escatológico que se opondrá a Cristo en los últimos tiempos. Estas reflexiones, presentes en el Nuevo Testamento y desarrolladas ampliamente por los Padres de la Iglesia, han influido en la escatología cristiana, especialmente en momentos de tensión con el judaísmo rabínico.

Sin embargo, tras el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica ha renovado profundamente su mirada hacia el pueblo judío. La declaración Nostra Aetate (1965) reconoció que “aunque las autoridades de los judíos con sus seguidores clamaron por la muerte de Cristo, lo que se perpetró durante su pasión no puede ser imputado a todos los judíos entonces vivos, ni a los judíos de hoy” (NA 4). Además, afirmó que los judíos siguen siendo “muy amados por Dios, cuya elección no se retracta” (cf. Rm 11,28-29).

Por eso, este artículo no pretende acusar ni polemizar con el judaísmo, sino ofrecer una lectura teológica, histórica y patrística del desarrollo de la figura del Anticristo en el pensamiento cristiano antiguo, y cómo esa figura fue relacionada simbólicamente con la tribu de Dan. Al final, planteamos una reflexión crítica sobre el discernimiento escatológico actual, especialmente ante fenómenos como el sionismo religioso, que retoman elementos mesiánicos sin referencia a Cristo.

I. El Anticristo en la tradición cristiana primitiva

Autores como Ireneo de Lyon, Hipólito de Roma, Jerónimo y otros desarrollaron la figura del Anticristo a partir de tres grandes fuentes:

El libro de Daniel, especialmente las visiones del “cuerno pequeño” y el “cuarto reino” (Dn 7–11),

El “hombre de iniquidad” de 2 Tesalonicenses 2,1-12,

Y las advertencias de Jesús sobre los falsos cristos y falsos profetas (Mt 24,24).

Estos autores proyectaron la figura del Anticristo como un seductor mesiánico que engañaría incluso a los elegidos, y que actuaría como falso Mesías para Israel y perseguidor de los cristianos.

II. ¿De la tribu de Dan?

Una tradición específica, atestiguada por Ireneo (Adversus Haereses 5,30,2), sostiene que el Anticristo procederá de la tribu de Dan. Esta idea se basa principalmente en dos textos bíblicos:

1. Jeremías 8,16: “Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos… viene a devorar la tierra”.

2. La omisión de Dan en la lista de las doce tribus selladas en Apocalipsis 7, interpretada como signo de exclusión y corrupción.

Además, Hipólito comparó a Cristo, el "León de Judá" (Gén 49,9), con el Anticristo, a quien llama "león de Dan" (Dt 33,22), estableciendo un paralelismo simbólico: así como Cristo levanta el Templo espiritual, el Anticristo levantará un templo físico en Jerusalén para hacerse adorar como Dios (cf. 2 Tes 2,4).

III. Mesianismo judío y polémica cristiana

En el contexto de los siglos II–III, el cristianismo todavía estaba en disputa con el judaísmo rabínico, y la esperanza judía en un Mesías político era vista por muchos cristianos como una esperanza desviada. La figura del líder judío Bar Kojba, proclamado Mesías durante la revuelta del 132–135 d.C., fue vista por muchos cristianos como un tipo del Anticristo.

Por eso, la imagen del Anticristo como un judío, tal vez de Dan, que levantaría el templo y engañaría al pueblo con falsas señales, fue una forma cristiana de advertir contra los mesianismos sin Jesús.

IV. ¿Y el sionismo hoy?

El sionismo moderno, nacido en el siglo XIX como un movimiento nacionalista y laico, no coincide en forma ni fondo con el mesianismo apocalíptico de la antigüedad. Sin embargo, en ciertos sectores del judaísmo ortodoxo y sionista religioso, se ha recuperado la lectura de que:

El regreso a la Tierra Prometida,

La reunificación del pueblo judío,

Y la futura reconstrucción del Templo en Jerusalén,


…son signos del cumplimiento mesiánico.

Desde una perspectiva patrística, esta restauración sin Cristo podría ser vista como una forma de preparación para el engaño escatológico del Anticristo, especialmente si surgiera un líder político-religioso judío que reuniera al pueblo y reclamara para sí el cumplimiento de las promesas divinas sin reconocer a Jesús como el Mesías verdadero.

V. Reflexión teológica y pastoral

Hoy, la Iglesia Católica enseña que los judíos no deben ser culpabilizados colectivamente por la muerte de Cristo, y que su vínculo con Dios es permanente. Por tanto:

No se puede identificar ni al pueblo judío ni al Estado de Israel con el Anticristo.

Pero sí es legítimo advertir, desde la teología escatológica, contra todo mesianismo político-religioso sin Cristo, ya sea judío, cristiano o incluso secular.

✤ Conclusión: Cristo, el verdadero Mesías

El Anticristo, según los Padres, será aquel que imite a Cristo para suplantarlo. Vendrá en nombre propio (Jn 5,43), con signos y prodigios, engañando incluso a los elegidos. Pero su victoria será breve: solo Cristo reinará eternamente.

Hoy, frente a los proyectos humanos de redención sin cruz, la Iglesia afirma con fe: el Mesías ha venido, y volverá. Por eso, el discernimiento escatológico no busca identificar enemigos, sino permanecer firmes en la fe y no ser seducidos por ídolos políticos, religiosos o ideológicos.

“El que permanece en la doctrina, ese sí tiene al Padre y al Hijo” (2 Jn 9).

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